Por Francys Peruzzi Saleh,
Maestra del Curso Técnico en Vestuario en el Instituo Federal Sul-Rio-Grandense
El control de calidad es la estandarización de la producción usando las especificaciones como guías. La última pieza cosida debe ser igual a la primera. Un modelista puede hacer una pieza de ropa con perfección y precisión, pero es mucho más difícil controlar la calidad de la producción en masa de cientos o miles de piezas.
Para garantizar que la producción sea hecha correctamente y evitar devoluciones, tanto las ropas que están en proceso de fabricación como las que ya están listas se inspeccionan una por una o por muestreo aleatorio.
Los profesionales que controlan la calidad no sólo comprueban las costuras, como también confieren por muestreo las medidas en comparación con las especificaciones originales. Los equipos de control de calidad a veces viajan para comprobar la calidad en las propias fábricas de las facciones. Si hay errores en la primera inspección, o gerente de producción intenta corregirlos en las etapas de costura o de corte.
Los padrones de producción son muy importantes y deben estar a la altura de la reputación del fabricante y del precio de las ropas. No sirve de nada ofrecer una pieza de ropa con un design elegante si no se produce bien.
Ropas de calidad inferior pueden ser rechazadas por la tienda y devuelta al fabricante, o pueden parecer tan feas en las perchas que los clientes no van a comprarlas. Cualquier una de las situaciones significa pérdida de reputación y de ventas futuras.
El código de barras o los números en la etiqueta de identificación de cada pieza identifican la fábrica donde se hizo la ropa, lo que permite rastrear el origen de los errores de construcción. Además, otras razones para devoluciones son tejidos fabricados con mala calidad o teñidos desiguales. Lo ideal es que el fabricante intente evitar estos errores en futuras envíos o acabados.