Lucía Andrea Vinatea Barberena
Diseñadora, antropóloga y empresaria de moda
La relación de los indios amazónicos con sus objetos mucho tiene a enseñarnos sobre nuestra propia relación con nuestros objetos. Cada grupo amazónico tiene sus particularidades, pero, en líneas generales, podemos encontrar algunas caracteristicas en común relevantes para la investigación de moda.
El cuerpo
El cuerpo, para los indígenas, no es un mero sustrato biológico que se desarrolla independiente de nuestra voluntad, como se cree en la visión occidental. El cuerpo necesita ser construido, producido, por intermedio de intervenciones como ornamentos, pinturas corporales, etc. No existe esa oposición entre cuerpo y alma, en realidad. En una lengua amazónica, “cuerpo” y “alma” son una misma palabra.
Por ese mismo motivo, las sociedades indígenas realizan una inversión enorme sobre el cuerpo. Esas transformaciones corporales son las responsables por brindar ciertas cualidades sociales deseables. Un cuerpo, para poder ser considerado humano, debe ser ornamentado. Los niños de una comunidad indígena recién nacidos deben recibir sus primeros ornamentos ¡justamente para empezar a volverse humanos!
Transponiendo estos postulados para nuestra sociedad, podemos trazar paralelos con la moda. ¿Cuántas intervenciones realizamos sobre nuestros propios cuerpos? El maquillaje, los cosméticos y las cirugías plásticas nada más son de que acciones para producir nuestros cuerpos. La diferencia es que nosotros le atribuímos la condición de artificialidad: cuánto más intervenciones recibe un cuerpo, en más artificial este se convierte. Sin embargo, para la visión indígena, es totalmente lo contrario: cuánto más acciones sobre el cuerpo, en más humano este se convierte.
.

Los patrones
El pueblo indígena amazónico Piro realiza patrones complejos que son aplicados en prácticamente todo aquello que se produce en términos materiales. La belleza, para los Piro, es “tener patrón”. Los animales y ciertos elementos de la naturaleza, que poseen patrones intrínsecos, son considerados bellos (la serpiente, por ejemplo). Los seres humanos poseen naturalmente patrones en sus órganos internos, pero la piel necesita ser empadronada. Los objetos producidos por las personas también deben de recibir patrones para que se conviertan en bellos.
Trazando un paralelo con el occidente, me recuerdo inmediatamente de los tatuajes, que son intervenciones de patrones gráficos bajo la piel, ¡justamente para dejar al cuerpo más bello! Y en relación a nuestros objetos, me recuerdo de las artes occidentales hasta inicios del siglo XX. El barroco, por ejemplo, fué una explosión de patrones y ornamentos sobre los objetos: sin utilidad funcional aparente, pero de riqueza visual indiscutible.

Ética x estética
Para las sociedades indígenas, ética y estética no existen separadas una de la otra. La estetica es responsable por proporcionar cualidades morales, o sea, por la ética. Ser bello y ornamentado (estetico) implica en poseer ciertas cualidades moralmente deseables (ético). Por ejemplo, para escuchar bien, ciertos pueblos creen que deben ornamentar las orejas – y oír bien es una calidad moral, por su vez, inseparable de la estética, que corresponderia al ornamento.
Tras leer estas lineas, inevitablemente me cuestiono sobre nuestra propia sociedad. ¿Será que no pasamos mucho rato tratando de separar ética de estética y gracias a eso dejamos de percibir lo cuánto los objetos están entrañados en nuestras culturas? Tal vez sea este uno de los motivos por lo cuál aún tengamos tanta dificultad en entender el consumo, y esto afecta directamente la investigación de moda, por no saber exactamente con cuál fenómeno estamos lidiando.
.

.