Por Lucía Andrea
Diseñadora, antropóloga y empresaria de moda
Aquí, en el occidente, somos condicionados a separar la vestimenta en dos géneros: masculino y femenino. Pantalones para hombres, faldas para mujeres. Parece simple e indoloro, pero, ¿alguien recuerda porqué las cosas son así?
Sin ni siquiera necesitar volver mucho en el tiempo, apenas viajando un poco aquí por nuestro planeta, podemos observar que la binarización falda/pantalón no es algo así tan generalizado. Sarongues (Ásia), kilts (Escócia) y fustanelas (Grécia) son tradicionales vestimentas masculinas, SIN una costura en medio de las piernas. En otras palabras, nada más son de que… ¡faldas!

La invención del mundo como lo es
¿Por qué los hombres, especialmente aquí en América Latina, normalmente rechazan piezas de ropa que expresen alguna feminidad? ¿Y por qué nosotros, las mujeres, rápidamente apuntamos aquellos hombres “desviantes” del concepto de masculinidad, que, bajo ninguna hipótesis, puede beneficiarse de la comodidad de una falda liviana y ventilada?
Los conceptos de masculino y femenino, tal como os conocemos, fueron construidos socialmente y nada tienen que ver con la biología. Explico: No existe nada físico, o genético, que prohíba a los hombres la utilización de faldas, tanto es que, hasta cierta época, la única ropa posible en el mundo era la falda, tanto para hombres como para mujeres.
Aqueles antiguos patrones
Aquellos antiguos patrones de género establecen que fuerte se opone a frágil, rudo se opone a delicado, dominador se opone a sumiso y que pantalones se oponen a faldas.
Pero… será que, en pleno siglo XXI, nuestras ropas aún necesitan repetir tan profundamente esa abrupta diferencia (inventada por nosotros mismos) entre dos géneros que, en realidad, cada día se vuelven más fluidos y menos binarios?

Chicos en Faldas
Felizmente, el mundo está cambiando. Las faldas son cómodas, son ventiladas, y todos los seres humanos deberían tener el derecho de utilizarlas sin, por eso, tener que causar extrañeza y rechazo en la sociedad.
El Colegio Pedro II, en Rio de Janeiro, Brasil, recientemente eliminó la distinción de género en los uniformes, después de un protesto llevado a cabo por los alumnos, en defensa a una alumna transexual que fué prohibida de usar faldas. Acciones como esta demuestran lo cuánto nuestro mundo ya no cabe en esas antiguas reglas (¡y felizmente!).
Para finalizar, reuní algunas fotos de Street Style masculino, repletas de elegancia y… FALDAS.




Fuentes de Investigación: Calça Thai y Coletivo Geledes.