Por Greice Verrone
Diseñadora de Moda
Además del acto de vestirse, la industria de la moda refleja diversos aspectos de la sociedad: comportamiento, cultura, ansias, deseos, necesidades, entre otros. Considerando la diversidad de aspectos involucrados, las empresas de este sector deben estar siempre actualizadas para mantenerse competitivas en el mercado. Uno de los diferenciales competitivos de ese ramo es el patronaje.
El patronista es el profesional que materializa los pensamientos e ideas del diseñador interpretando una imagen. A través de trazos dibuja un patrón, la forma y modelo para la producción en serie. El resultado deberá ser una prenda con caída perfecta, ergonómica, bonita y que pueda ser producida.
El patronista juega un papel importante en la confección de prendas de vestir y su trabajo es esencial para que el desarrollo de un producto tenga resultado positivo. La falta de conocimiento técnico del patronista impide que la idea del diseñador se materialice.
Para elaborar un patrón pueden utilizarse dos técnicas: el patronaje bidimensional, plano y el patronaje tridimensional conocido como moulage.
En el patronaje plano, se parte del trazado de rectas, curvas y puntos de referencia que dan origen a diagramas, en base a medidas predeterminadas. El patronista rediseña estos diagramas conforme interpretación propia del modelo, alterando formas y medidas. El resultado son” formas que recubren la estructura física del cuerpo”.
El patronaje plano requiere y exige medidas y cálculos rigurosos, dominio de proporciones y tener la habilidad de imaginar el efecto deseado en tres dimensiones, a pesar de crear los patrones en dos dimensiones.
El patronaje tridimensional, proceso llamado de moulage – patronaje en francés, es la técnica por la cual la tela se maneja directamente sobre un maniquí de costura, creando de ese modo el patrón de la pieza de ropa. El proceso puede ser hecho con telas o con otros materiales, como papel, por ejemplo, y con ayuda de alfileres para asegurar el material al maniquí. Con esta técnica se puede dar una caída perfecta al modelo.
Los patrones, tanto hechos manualmente en patronaje plano, con la ayuda de escuadras y reglas curvas, o por moulage, se pueden digitalizar y pasarlos a softwares de CAD, para ser usados en alguna parte del proceso de desarrollo, o de inicio a fin, como en el caso de Audaces Vestuario, donde utilizas el mouse como lápiz y la pantalla como papel y regla para dibujar los patrones directamente en el software. Este procedimiento facilita enormemente el proceso productivo.
Referencias:
SOUZA, Patrícia de Mello. A modelagem tridimensional como implemento do processo de desenvolvimento do produto de moda.
SOUZA, Walkiria Guedes de. Modelagem no Design do Vestuário. In: Anais do II Encontro de Latino americano de Desenho em Palermo, Argentina. 2010. Disponível em: http://www.fido.palermo.edu