En el revolucionario siglo XX la ropa interior se transformó y se consolidó el concepto de lencería, tal y como lo entendemos hoy.
El siglo trajo, de hecho, muchas innovaciones en el mundo, sobretodo una intensa urbanización y transformaciones en la producción, distribución y consumo de bienes. Asimismo, asistimos a la creciente emancipación de la mujer y a los cambios en las relaciones humanas. El mundo de la moda también se vio afectado. Y, en consecuencia, las formas de llevar la ropa interior.
¿Quieres saber cómo participó la lencería en esta revolución? ¡Sigue leyendo este blog post!
Principios del siglo XX y el ocaso del corsé
Antes del siglo XX, el concepto más llamativo en el universo de la ropa interior era probablemente el corsé. Esta pieza reinó de forma absoluta hasta finales del siglo XIX. No solo fue la pieza más destacada, sino también el blanco de muchas polémicas, ya que se consideró un símbolo de opresión sobre el cuerpo de las mujeres.
Sin embargo, a partir de 1900 el corsé comienza a perder fuerza y empiezan a surgir opciones más cómodas.
Las principales causas de la transformación de la lencería en este periodo fueron económicas. Llega la Revolución Industrial y la Primera Guerra Mundial. En consecuencia, las mujeres fueron a los frentes de trabajo y, con ello, necesitaron más libertad de movimiento.
Por otra parte, la burguesía ya no contaba con un gran número de criadas, lo que hacía que las damas necesitaran modelos de ropa interior más fáciles de vestir.
Al mismo tiempo, también aumentó el número de mujeres en las prácticas deportivas. Los pechos, por lo tanto, necesitaban un soporte que sustituyera a los corsés tradicionales.
En este contexto histórico, el modelista francés Paul Poiret lanza un innovador concepto de moda que sustituye la estilizada figura de la mujer con corsé. Así, en 1907 crea una especie de sujetador para acompañar a los vestidos que creaba.
Sin embargo, la invención del sujetador se atribuye a Mary Phelps Jacob. Esto se debe a que Phelps, una mujer libertaria, activista, editora y escritora, fue la primera en patentar la invención del sujetador en 1914. Es indudable que la pieza no tardó en hacerse popular.

Los locos años 20
Después de la turbulenta Primera Guerra Mundial, la gente quería redescubrir la alegría de vivir. Este es principalmente el tono que marca la década de 1920.
De hecho, fueron años marcados por la ruptura de reglas y la intensa libertad. Aparecen las flappers, mujeres que rompen con la imagen de las buenas costumbres y bailan provocativamente. El ideal de belleza es la mujer delgada, sin curvas y con una silueta plana.
También es cuando surge la pionera del diseño de moda, Gabrielle «Coco» Chanel. Mademoiselle, como era conocida, revolucionó la moda aportando los ideales de comodidad y practicidad, sin duda con mucha elegancia.
Así los vestidos eran más ligeros, rectos y cortos. La atención se centró, entonces, en los tobillos. En consecuencia, este nuevo estilo de vida exigía una nueva visión de la lencería. Bragas más cortas y medias de 7/8 con liguero son las prendas ideales.
En efecto, fue en los años 20 cuando aparecieron las bragas modernas, que hoy se parecen más a los calzones que llevaban nuestras abuelas. Pero, en aquel entonces, representaron una gran revolución en la lencería femenina.
La belleza de los años 1940
Quizá muchos solo recuerden los años 40 por la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, también fue la década en la que tuvimos a Frank Sinatra, la película Casablanca, la invención del primer ordenador y la creación de la ONU.
En el mundo de la moda tuvimos, según muchos expertos, la moda femenina más bella y sensual del siglo XX. De hecho, la moda se expresó en el cine de Hollywood a través de grandes iconos como Rita Hayworth, Ingrid Bergman y Ava Gardner. Por no hablar de Marilyn Monroe, que acababa de aparecer en las pantallas de cine.
En cuanto a la lencería, es a partir de 1940 cuando los sujetadores ganan en volumen y en forma de punta. Las bragas se hicieron más pequeñas y aparecieron las medias de nylon, lo que supuso una gran revolución en el mercado de la moda.

Años 50: los años dorados de la lencería sensual
En los años 50 se respiraba un ambiente de romanticismo y optimismo en la posguerra. Por ello, se les conoce como «los años dorados». Al mismo tiempo, la década estuvo marcada por la llegada de la televisión y la popularización de la publicidad.
Por otro lado, son los años que marcan la sensualidad asociada al uso de la lencería. Esto ocurrió sobre todo por las pin ups, como eran conocidas las modelos y actrices voluptuosas que posaban de forma insinuante y libidinosa.
De hecho, las pin ups se pusieron de moda en dibujos y fotos en los que mostraban ropa interior extremadamente sexy y provocativa.

La Revista Playboy
Además, en 1953 apareció la revista Playboy. Por primera vez las mujeres estaban disponibles para el entretenimiento masculino y para la venta en los puestos de revistas. Aunque el tema de la desnudez de las mujeres para el deleite masculino es controvertido, en su momento representó un hito de la libertad de expresión y sexualidad de la cultura norteamericana. La portada del primer número de Playboy trajo a la estrella Marilyn Monroe, cuyo estándar de belleza marcó definitivamente la década de 1950.

Al mismo tiempo, en esa década surgió otro estilo de belleza: el look despreocupado, independiente y casi salvaje de Brigitte Bardot.
A pesar de la aparición de todas estas novedades, el escenario mundial seguía siendo conservador. Son los años de la posguerra y especialmente los países europeos más afectados viven una ola de conservadurismo social y sexual. Las mujeres, aunque cada vez más independientes, siguen siendo madres y amas de casa dedicadas.
En medio de este clima cultural, lo más destacado en el mundo de la lencería son los sujetadores, que ganan relleno, aros y mucho atrevimiento en sus formas. Se pone de moda el uso de jerséis ajustados sobre sujetadores con forma de cono para resaltar la línea del busto de la mujer.

Los años 60 y la revolución sexual
Y llegan los locos años 60, que trajeron al mundo la Revolución Sexual. Gracias a la invención de la píldora anticonceptiva, las mujeres empiezan a tener más control sobre su propio cuerpo y su placer. También ganan más libertad para dedicarse a sus estudios y a su carrera, en lugar de centrarse solo en formar una familia.
Del mismo modo, los jóvenes buscan nuevos modelos de conducta. Surge la contracultura, el movimiento hippie y la icónica frase: «Haz el amor, no la guerra».
En consecuencia, el erotismo adquirió un nuevo aire. Lo mismo ocurre con la lencería. Y también ganaron los medios de comunicación. En este sentido, era posible ver el cuerpo femenino en ropa interior como nunca antes en la historia.

Al mismo tiempo, en el mundo de la moda, se han hecho más populares las minifaldas, los vaqueros, los vestidos de tubo y los estilos unisex. Por otro lado, han surgido prendas futuristas, líneas rectas y largas botas blancas.
Por otro lado, surgieron subculturas como el punk, que pusieron de relieve los calcetines de dragón, los tacones altos y las formas alternativas de vestir.
Para estar a la altura de todas estas revoluciones de estilo, la lencería avanza en variedad de opciones. Aparecen las transparencias, pero los grandes impactos son realmente las bragas y las medias, cada vez más cómodas y elásticas, para acompañar toda esta libertad de expresión. De hecho, el orden del día de la lencería es la comodidad y la seguridad.
También debemos recordar la quema simbólica de sujetadores en 1968. Este hecho marcó la historia del feminismo y se convirtió en un emblema de la lucha por el empoderamiento femenino.
Volando en ala delta en los años 80
Los años 80 están marcados por la expresividad y la exageración. Para ilustrar esta idea, ¿quién no recuerda las mangas abullonadas, las hombreras y los colores vivos que marcaban la época?
No sólo la moda se vio afectada por el mercado laboral, sino también por los programas de televisión, la fiebre del aeróbic y las discotecas. Así, la televisión empezó a dictar la moda, los clubes nocturnos trajeron el látex y la brillantez, remitiendo al universo fetichista, y la moda del ejercicio aeróbico puso en escena el body.

En los años 80, la lencería se convierte no sólo en ropa de uso interior, sino también en una prenda popular para diversos momentos. Seguramente el mejor ejemplo de atrevimiento de esta época es la cantante Cher y su osadísimo body.

Sin embargo, lo más destacado es el modelo de bragas y bañadores con cintura y pernera alta, que recuerda un ala delta. El modelo alarga las piernas y da la sensación de una silueta más esbelta. Este look acabó evolucionando hacia el modelo tanga, ¡todo un atrevimiento en materia de ropa interior!

Los años 1990 y los maravillosos chicos
Los años 1990 trajeron los sujetadores push-up y fueron años marcados principalmente por la campaña muy provocativa de la marca Wonderbra.
En el anuncio vemos la foto de la bellísima modelo checa Eva Herzigova mirándose los pechos con la frase «Hello Boys».

La marca fue acusada de cosificar al público femenino. Sin embargo, años después, la propia Herzigova defendió la campaña. «La campaña no fue degradante como quieren hacer ver. Ayudó a empoderar a las mujeres», confirmó a The Evening Standard en 2014.
El sujetador no sólo creó polémica, sino que generó unas ventas de 120 millones de dólares en el primer año.
La década también estuvo marcada por el debut del Victoria’s Secret Fashion Show: un desfile de lencería con modelos famosas.

En cuanto a la lencería, el siglo XX fue realmente revolucionario. Pasamos del fin del corsé a la libertad de elegir entre piezas delicadas, sensuales, fetiches o cómodas, en una gama prácticamente infinita de colores y estilos.
¿Y tú? ¿Cómo prefieres tu lencería?
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