En las dos últimas semanas participe de una capacitación en el Senai/Cetiqt sobre Fast Fashion y el torrente de informaciones a la que tuve acceso me dejó entre instigada e intrigada. Salí de la capacitación como si estuviese aún bajo los efectos de una montaña rusa, algo entre vértigo emoción, susto ansiedad, estímulo…
Pero, después de todo, ¿qué es fast Fashion? Una producción en tiempo récord? ¿Una estrategia de Marketing? ¿Una respuesta instantánea a los apelos del mercado? ¿Un estímulo que favorece el consumo ágil y una respuesta ídem de parte del consumidor?
Imagen: Imágenes de tiendas H&M/ Reproducción
Preguntas, en especial, sobre creación y el proceso creativo, persistentemente me acosaron. ¿Cómo conducir el proceso creativo en ese modelo de gestión? ¿Cómo es posible adoptar un modelo creativo en un proceso de información – creación – producción – distribución – consumo de tan alta velocidad?
Es cierto que lograr ventaja competitiva, para una empresa de modas, significa consolidar su identidad y personalidad creativa ante el mercado consumidor. Para satisfacer las necesidades del Fast Fashion – entiéndase como alta velocidad en los procesos – se necesita que el sistema creativo, en cierto modo, vaya en contra de lo que se entiende como esencial para el desarrollo de nuevos productos y de calidad: disponer de tiempo para la creación.
Por lo tanto, es posible concebir productos innovadores que sean asequibles sin ser "copias”? ¿O el fast fashion es un " Ctrl -C de la moda, Ctrl - V " a gran escala?
Considerándose como una metodología ideal (¿o idealizada?), el proceso de creación exige tiempo. Pero la dinámica del mercado contemporáneo, súper moderno y fast, no nos permitir tal tiempo - por lo menos en lo que se entiende como el período necesario para el ciclo natural de la creación.
Comprendiendo ese modelo como imperativo en mercados altamente competitivos, concluí – y resalto que esa no es una opinión definitiva y tampoco acabada sobre el asunto– que en lo que se refiere a la moda rápida, ser creativo significa más ser capaz de proponer soluciones inteligentes que garanticen sustentabilidad financiera del negocio, de que entregar productos innovadores al mercado.
Imagen: Imágenes de Zara/ Reproducción
Más de que una moda rápida el Fast Fashion es una respuesta (súper) rápida a las contingencias del mercado. Se refiere a la capacidad de gestión de los minoristas para atender de manera eficiente los deseos expresados por los consumidores, de modelos de ropa ya consagrados de la estación. Por lo menos, en ese sentido, el Fast Fashion es altamente creativo, teniendo en cuenta la capacidad que los profesionales y empresas poseen de encontrar soluciones ágiles para ofrecer una adecuada respuesta a las preguntas que impone el mercado.
Por Clícia Machado
Consultora de la Federação das Indústrias de MG