Empoderamiento femenino en el mundo de la moda16 min read

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Hablar del empoderamiento femenino en el mundo de la moda, requiere una mirada histórica y una construcción reflexiva y honesta. Después de todo, es inegable el importantísimo papel de la mujer en este mercado. Y la presencia de la mujer es lo que lo convierte en uno de los más exitosos y multimillonarios del planeta.

Aunque muchos vean el universo de la moda desde fuera como frívolo, algo banal y puramente comercial, no es así. Hoy en día, es absolutamente necesaria la posición humanista, y al mismo tiempo, política sobre el tema. Es necesario observar, por ejemplo, que las principales autoridades de esta industria son, en su mayoría, mujeres.

La moda es lacuna de labelleza, pero ¿por qué?

La moda está presente en nuestras vidas de diferentes maneras. Muchas veces pasa desapercibida en detalles como los tipos de telas que usamos, los estilos de ropa que llevamos. Otras veces está presente en formas más evidentes. Como, por ejemplo, en el impacto que causa una prenda en las pasarelas o incluso en la constante presencia digital en las redes sociales. De todas maneras, es un hecho que la moda trae en su esencia nuestros hábitos y costumbres.

Hablando de eso, ¿qué tal pasar por nuestro Instagram para echar un vistazo a este universo de moda tan intenso e interesante?

La socióloga Alecilda Oliveira nos revela que este fenómeno de la moda es un tema muy importante para ser discutido, después de todo, es interesante darse cuenta y entender que la moda no es simplemente una exclusividad de la vida cotidiana.

Sino más bien, es una consecuencia de la construcción identitaria de nuestra civilización que tuvo su auge con mayor fuerza a partir del siglo XIX con el fortalecimiento del capitalismo y el desarrollo de los medios de comunicación. En ese contexto el pensamiento humano fue puesto en una zona de análisis sobre lo que era «estar o no estar» dentro de la «moda».

Sufragista
Las sufragistas eligieron los colores verde, blanco y morado como la tríada simbólica del movimiento feminista internacional en 1911.

Pero, después de todo, ¿de dónde viene esto del «empoderamiento femenino»?

La palabra «empoderamiento» deriva de poder, sin dudas. Y se define como un proceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades. Estas capacidades son la confianza, la visión, el liderazgo y la libertad dentro de un grupo social. El objetivo es promover cambios positivos frente a las situaciones que viven o se ven obligadas a vivir.

Las frases «mujeres inspiradoras», «ellas son las fuertes», «el futuro es femenino», «podemos hacerlo juntas» son algunos ejemplos de atractivos comerciales que ilustran el Día Internacional de la Mujer. Pero todas estas expresiones tienen un vínculo común muy importante, y se llama FEMINISMO.

Tradicionalmente, la moda y el feminismo siempre se han considerado polos opuestos. Sin embargo, el feminismo es la noción de que los hombres y las mujeres son iguales, y no hay ninguna razón por la que la moda tenga o deba estar en conflicto con la igualdad o la lucha por conseguirla. Por el contrario, la moda ha impulsado ciertos momentos de la historia del Feminismo, protagonizando y reforzando el papel de la mujer.

Como, por ejemplo, algunos acontecimientos históricos que contribuyeron al fortalecimiento del movimiento feminista, y, en consecuencia, al empoderamiento de la mujer en la sociedad, y en el mundo de la moda. A continuación, destacamos los principales para que te inspires y te empoderes aún más. ¡GO GIRLS!

El primer alivio:

Es el año 1909, cuando al diseñador francés Paul Poiret se le ocurre una nueva forma de vestir en la que las mujeres se liberarían del corsé, y tendrían una forma cilíndrica sin ataduras ni bandas apretadas. Por fin elimina la tortuosa figura de sus cuerpos en forma de S, dejando a las mujeres mucho más naturales y libres.

Este fue uno de los primeros cambios importantes para las mujeres, que desde la época del Renacimiento se veían obligadas a mantener sus cuerpos extremadamente torneados, pero físicamente «torturados».

Mujer con vestido estilo Poiret.
Mujer joven de la década de 1910 con su look al estilo Poiret.

La batalla es fuera de la cocina: Working Girls

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, los hombres van al frente y las mujeres se hacen cargo de la industria. Así, adquieren un papel activo en la sociedad, lo que requiere un cambio radical en su vestimenta. Los encajes y las piezas elaboradas se sustituyen por pantalones y chaquetas, elementos típicos del vestuario masculino.

La funcionalidad y la comodidad prevalecen sobre la estética y la seducción, dando lugar a la aparición del blazer femenino, por ejemplo.

Con ello, se produce también una ruptura total con el concepto de feminidad, anterior al feminismo, rechazando las curvas y buscando la simplicidad de las líneas rectas. Las faldas también se acortan hasta la mitad de la pantorrilla, en busca de esa comodidad tan deseada.

Sin embargo, uno de los mayores cambios fue la aparición del pelo corto, ya que sus largas melenas se enredaban en las máquinas y dificultaban el trabajo. Este corte de pelo se mantendría durante toda la posguerra y se convertiría en un símbolo del nuevo papel adquirido por la mujer.

A partir de este momento, las mujeres asumen un papel diferente y más protagónico del que estaban acostumbradas, a partir de una mayor conciencia por la igualdad y la necesidad urgente del reconocimiento de los «derechos de las mujeres».

Y así, en 1911, las sufragistas, mujeres que buscaban la participación política en la sociedad, piensan estratégicamente y chocan totalmente con el binario de mujer femenina/frágil que podría ser perjudicial para lograr sus objetivos. En su lugar, continuaron con su papel de mujeres «delicadas» pero tenían un fuerte objetivo de que la moda las ayudara popularizando los colores que llevaban con su voz de lucha.

Todas las mujeres que apoyaban la noción de igualdad se vestían de verde, morado y blanco.

El poder «sutil» de las mujeres flappers

Ya al final de la Primera Guerra Mundial, aparecieron en la sociedad nuevas figuras femeninas como un nuevo fenómeno sociocultural: las flappers. Conocidas como garçonnes en francés o flappers en inglés, estas chicas eran modernas, independientes y desafiantes, nacidas ya en una nueva situación social en la que las mujeres empezaban a tener una participación política más relevante e intensa en el mercado laboral y en la esfera económica.

Esto se traduce en una nueva libertad que la moda debía facilitar. Considerando que la posguerra había devastado el imaginario social de hombres y mujeres, era necesaria y urgente una cierta «ligereza». Pero que al mismo tiempo traía consigo el empoderamiento femenino como forma de resurrección social. ¡Y de nuevo el protagonismo era de las mujeres!

Los looks de la época (años 20, 30) buscaban crear una figura «unisex» que evitara las diferencias con respecto a los hombres, con piezas sueltas que no marcaran las caderas ni el pecho.

Estas jóvenes customizaban sus trajes con elementos masculinos, como bastones, sombreros, monóculos o largas boquillas para fumar en público, algo totalmente novedoso para la época y visto con atrevimiento por la parte conservadora de la sociedad. Se cortaron el pelo e impusieron el estilo Chanel tal y como se conoce hasta hoy.

Flappers
Las flappers surgieron del genio de diseñadores como Paul Poiret, Jeanne Lanvin y Coco Chanel, los tres grandes nombres de la moda del siglo XX.

Las piernas obtienen “alas

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial llegaron las cartillas de racionamiento, que también afectaron a la moda. La lana era necesaria para el ejército, por lo que la ropa femenina se confeccionaba en tejidos tecnológicos como el rayón o el nylon, inventados a mediados de esta década. Las medias de nylon permitieron a las mujeres deshacerse de las incómodas ligas, sustituyéndolas por las bragas que aún se conocen hoy en día.

Si el triángulo es de las Bermudas, la revolución es de los bikinis

Siguiendo el paso de la historia, en 1946, el ingeniero mecánico francés Louis Réard fue el responsable de la creación del primer bikini moderno. Réard observó a las mujeres en la playa que se subían el dobladillo del bañador para conseguir un bronceado mejor y más acentuado.

Era la primera vez que una prenda descubría el ombligo y mostraba el cuerpo de la mujer. Pero, para la época ¡la invención no fue bien recibida!

Por desgracia, la Iglesia lo condenó y muchos países lo vetaron, entre ellos España.

La polémica continuó durante mucho tiempo. En 1951, la Miss Mundo fue coronada en bikini, pero la reacción fue tal que el concurso prohibió el uso de bikinis.

Los escándalos siguieron con Briggite Bardot en Cannes en 1953 luciendo un bikini, lo que hizo que se adoptara como prenda de resistencia.

Así, los movimientos de empoderamiento femenino de finales de los años 60 lo tomaron como símbolo de la emancipación de la mujer y de la libertad de su cuerpo.

Brigitte Bardot
Brigitte Bardot en la playa de Cannes en 1953

¡Quemar la película del patriarcado , nuestros sujetadores no!

El 7 de septiembre de 1968, hubo una manifestación de empoderamiento femenino en la moda en Atlantic City, Estados Unidos, a favor de la liberación de la mujer y contra el concurso de Miss América, por ser sexista.

En la ocasión, colocaron una «lata de la libertad«, donde los asistentes arrojaron los llamados «instrumentos de tortura», como tacones o sujetadores. Más tarde, pidieron permiso para quemar su contenido y las autoridades se lo negaron.

Sin embargo, al día siguiente, el Washington Post, uno de los periódicos más importantes de Estados Unidos, escribió que las feministas quemaban sus sujetadores. Este mito mediático que nunca ocurrió dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de liberación y fuerza del empoderamiento femenino.

En realidad, nunca apareció en un sujetador, pero la quema ficticia de esta prenda dio al feminismo más visibilidad de la que nunca había alcanzado. Una victoria más gracias a la lucha de las mujeres y la moda.

Woman Power
La protesta de 1968 conocida como «Bra-burnig» contra un concurso de belleza de Miss América en Nueva Jersey inició la icónica -y mítica- imagen de las «feministas quemando sujetadores».

1980: Power Dress: el empoderamiento femenino gana el mercado de trabajo

En los años 80, las mujeres ya accedían a las universidades, surgiendo así el término «businesswomen» o «mujeres de carrera». Eran mujeres cultas que ocupaban puestos antes reservados sólo a los hombres, pasando de abuelo a padre, de padre a hijo. Pero, ¿cómo rompieron esta barrera machista y meritocrática? Gracias a su actitud, inteligencia, formación y también al estilo de la época llamado PowerDress.

El PowerDress es una resignificación de la ropa de trabajo masculina, siendo para la época un símbolo de éxito y confianza.

En él, las mujeres llevan trajes a medida, hombreras y camisas de botones para crear una imagen de seriedad y autoridad. Fue el gran momento de Armani, por ejemplo, con chaquetas sencillas adaptadas al cuerpo de la mujer, y que pasó a la historia conocido como el powersuit.

Working Girl
Harrison Ford, Melanie Griffith y Sigourney Weaver en Working Girl. Créditos: 20th Century Fox.

1983: La democratización de los tejidos tecnológicos

La liberación sexual y el acceso cada vez más presente al mundo del trabajo, dan a las mujeres mucha más autonomía y autoestima.

Ahora, con el empoderamiento femenino cada vez más presente en sus vidas, las mujeres son más conscientes de su propio cuerpo y de su fuerza, por lo que el deporte se convierte en una parte esencial de su vida cotidiana. En este contexto, se necesitan tejidos más cómodos, que no se estropeen tras varios lavados y que puedan utilizarse una y otra vez para ir al gimnasio y hacer deporte.

Algunos tejidos tecnológicos, como la lycra® o el nailon, ya habían aparecido en los últimos años durante la Segunda Guerra Mundial, pero no se habían popularizado por falta de tecnología.

Con el paso de las décadas, los avances técnicos permitieron crear nuevos tejidos sintéticos, como el spandex o el poliéster, que se adaptaban mejor al cuerpo femenino.

Su adecuación al cuerpo femenino era tal que pronto escapó del ámbito deportivo y salió a la calle, donde las mujeres lucían sus curvas con orgullo y confianza.

Un homenaje especial a las mujeres

1990: El movimiento Riot Grrrl y su estética revolucionaria

Fue un movimiento punk feminista que nació en Estados Unidos. Hablaron de temas tabúes como la violación, el patriarcado o el empoderamiento femenino por «la necesidad de hablar entre nosotras».

La comunicación y la inclusión son claves para romper el código de silencio. Tenemos que crear un espacio para que las mujeres abran los ojos y se acerquen sin sentirse amenazadas por una sociedad sexista e históricamente patriarcal.

Este grupo pretendía enviar un mensaje de diversidad, de que no sólo las mujeres bellas sonmujeres.

Para ello, se unieron a la ideología e imagen del hardcore punk, con un vestuario muy extremo y provocativo que renunciaba a la imagen de la mujer atractiva y cuidada y rompía todas las normas sociales asociadas al género femenino.

Cortes de pelo irregulares, labios con colores fuertes y llamativos, tejidos con colores vivos como el rojo o el negro y muchas cadenas eran algunas de sus marcas.

Bikini Kill
Bikini Kill con la vocalista y compositora Kathleen Hanna, la bajista Kathi Wilcox y la baterista Tobi Vail. La banda es considerada la pionera del movimiento Riot Grrrl en los años 90.

2006: Apropiación y resignificación de tejidos transparentes:

Las prendas transparentes existen desde el siglo XVIII, pero es en los últimos 15 años cuando se han popularizado. El encaje, el tul y los materiales plásticos han dejado completamente al descubierto el cuerpo femenino, que ya no esconde sus atributos, sino que ahora los muestra con orgullo y naturalidad.

La autonomía, la independencia y la posición de la mujer vive su momento más crítico hasta hoy. Es el momento de máximo esplendor de la liberación del cuerpo femenino, cuando los tejidos ya no sirven para ocultarlo, disimularlo o cubrirlo, sino para mostrarlo tal como es, sin miedo a los prejuicios ni a las reacciones.

2016: la moda unisex y la fusión de géneros:

Las barreras entre hombres y mujeres se han fundido totalmente. En este momento de la moda, el blanco y el negro ya no existen sólo como colores neutros, al igual que ya no existe sólo el género binario, o el cisgénero.

¡Incluso Facebook permite la opción de personalizar el género! Y en este contexto de rechazo a las normas de la heteronormatividad, está el estilo agender (sin género), que sirve para vestir a cualquier persona independientemente de quién sea, ¡dando la posibilidad de que cada uno se autodefina y autoconciba como quiera!

Las ropas neutras ya no establecen límites o condicionen la forma de vestir, liberando por completo a la mujer y los roles asociados a ella. ¡Te vistes según quien seas o cómo te sientas!

Ya no hay diferencias, al menos en lo que se refiere a la moda, ¡y esto es algo que hay que celebrar y respetar!

La moda ha sido una herramienta esencial en la lucha de las mujeres por la igualdad a lo largo de los años. Y lo seguirá siendo, hasta el día en que frases como la de la camiseta de Dior, expuesta en los desfiles de 2019,

“La hermandad es poderosa, la hermandad es global» y «la hermandad es para siempre”

se hagan realidad.

Porque sí, realmente, ¡todos deberíamos ser feministas!

temporada otoño 2021
Spoiler: tendencias de la temporada otoño 2021 que predicen el futuro de la moda. Créditos: vogue.com / Por Steff Yotka

«Sisterhood is Powerful, Sisterhood is Global » and «Sisterhood is Forever»

Una live especial para eternizar el empoderamiento femenino:

Mujeres que se destacan en la industria de la moda

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